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lunes, 7 de octubre de 2013

Ventajas de las universidades privadas



Estudiar en una universidad privada puede conllevar una serie de ventajas que todo estudiante debe valorar. Afortunadamente contamos con universidades públicas de gran prestigio, pero las universidades privadas están haciendo un esfuerzo en los últimos años para aumentar su atractivo.

La principal ventaja  y la más conocida por los futuros universitarios, es la relajación en las notas de corte para entrar. Normalmente para muchas carreras simplemente basta con tener los requisitos de acceso mínimos a la universidad, sin necesidad de conseguir una nota mínima. 

No obstante en las carreras más demandadas, y en ciertas universidades privadas pueden existir criterios más restrictivos como tener buenas notas en bachiller, superar exámenes propios de la universidad o realizar entrevistas. Hablaremos de ellos más detenidamente cuando comentemos los estudios de medicina, enfermería, veterinaria…

Otra de las ventajas que cabe esperar de estudiar en una universidad privada es que cuenten con una excelente dotación en cuanto a material e instalaciones se refiere, ya que al estar sujetos a una financiación privada deben responder a unos criterios de exigencia hacia su alumnado. Hablamos de edificios en excelente estado o nuevos, aulas totalmente equipadas, laboratorios funcionales al 100%...

Un tema que también es interesante es el número de alumnos por clase. Desde la universidad privada siempre se ha presumido de ofrecer clases en unos grupos reducidos, en contraposición a la saturación de ciertas universidades públicas. A este respecto, aunque en muchas de ellas sigue sigan ofertando grupos reducidos también e cierto que se está empezando a notar un aumento en este ratio. Como ejemplo en algunas instituciones privadas ya se están viendo clases de más de 60 alumnos, algo que choca de frente contra esta filosofía.

Unos grupos tan grandes dificultan en la mayoría de los casos la docencia y la propia relación entre el alumno y el profesor, otra de las señas de identidad de la universidad privada. Es una política que las universidades deberían controlar con rigor.

Por último tenemos que hacer referencia a los múltiples acuerdos con grandes empresas en la realización de prácticas profesionales  y en la creación de bolsas de empleo. Un factor que mejora la futura empleabilidad y que hace que en muchas universidades los datos referentes al tiempo medio en que sus egresados encuentran un empleo sean motivo de orgullo.

En próximas entradas empezaremos a comentar casos concretos de universidades y carreras. Además también dedicaremos una entrada a los aspectos negativos de la universidad privada, que fundamentalmente se centra en las difícilmente superables barreras económicas de acceso para muchas familias.

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